Palermo

Palermo es uno de los barrios más cosmopolitas de Buenos Aires, generado por la combinación de la gran cantidad de turistas de todo el mundo que recibe durante el año y los ciudadanos argentinos que viven en las casas tradicionales. Es a su vez el barrio más grande de la capital argentina. Pintorescas calles, elegantes avenidas y numerosas y atractivas plazas condecoran a un barrio moderno y lujoso que limita con el tradicional Río de la Plata.

Dada la superficie de Palermo (15,61 km²), se han delimitado subdivisiones informales del barrio a lo largo de los años, en base a ubicaciones estratégicas, por motivos de jerga popular, o también por intereses económicos. Los más destacados son Palermo Viejo, Palermo Chico, Palermo Hollywood, Palermo Soho y Las Cañitas, aunque hay incluso varios más.

En aspectos generales dentro de sus inmediaciones, la población de Palermo (que fue de 225.970 según el censo de 2010) goza de muy buenos niveles de vida, con condiciones básicas cubiertas en un porcentaje casi total de los habitantes, y muchos bienes de lujo que se encuentran al alcance del visitante, como bares nocturnos y discotecas (congregados en la conocida Plaza Serrano), restaurantes con gran variedad de comidas, numerosos negocios de diferentes artículos, como mueblería para el hogar, ropa a la moda, artesanías y decoraciones, antigüedades y otros, que arquetipan un abanico de elementos que corresponden a la misma moda vintage en la cual se basa el barrio. También, hay un buen número de plazas y otros espacios verdes, muchos de gran tamaño, como el reconocido Rosedal y los llamados Bosques de Palermo, donde se encuentra el complejo El Planetario, importante salón de actividades culturales. Otros emplazamientos de recreación de carácter similar, pero que no sean espacios verdes, son el Hipódromo de Palermo (mítico lugar de apuestas muy recurrido por la alta sociedad), el estadio del club de fútbol Atlanta (fundado por los primeros inmigrantes judíos), el Centro Cultural Islámico Rey Fahd y la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, como lugares de congregación religiosa.

El barrio cuenta con buena circulación automovilística, con el funcionamiento de las avenidas Scalabrini Ortiz, Corrientes, Juan B. Justo, Del Libertador y Santa Fe, entre otras. Estas avenidas generan un importante movimiento de unidades de autos y buses en sus recorridos, pero adentrándose en las calles más pequeñas la circulación es muy reducida durante el día, y puede acrecentar por la noche en los fines de semana dada la actividad nocturna. Las líneas de bus más eficaces del barrio son la 34, 110, 106 y 55.

En materia de seguridad y funcionamiento, suceden casos de robos a personas o de automóviles, pero en comparación con el resto de la ciudad de Buenos Aires, que sufre de niveles de delincuencia que van de moderados a elevados según el barrio, se podía decir que Palermo tiene un índice menor. En contracara, es tal vez el área donde más actúa la Policía Metropolitana, la policía autónoma de la capital. Con respecto a otras problemáticas que puede presentar Palermo, figuran las complicaciones con la lluvia y las inundaciones, que afectan a muchas partes del barrio, disturbios y ruidos molestos que pueden ocurrir durante la noche, y en menor medida algunos accidentes viales.