El Congrés i els Indians

La urbanización del barrio en los años 50 respondió a la enorme demanda de vivienda para la emigración económica procedente del resto de España. Fue levantado sobre los terrenos de Can Ros, y más adelante se incorporaron áreas cercanas como els Indians, un conjunto de manzanas donde vivieron en tiempos algunos aventureros de los que regresaban de “hacer las Américas”. El plan de ordenación fue aprobado por el Ayuntamiento en 1953. Los arquitectos Soteras Mauri, Pineda y Marqués, urbanizaron la zona con excelente criterio en torno al eje central de la calle Felip II y la dotaron de plazas y espacios verdes y de ocio. La familia Ros mantuvo la propiedad de las viejas masías y del canódromo, abierto entre 1964 y 2006, el último en todo el país donde se seguían celebrando carreras de galgos.

Un barrio con tradición obrera. Todo el distrito es una zona popular, anexionada a la ciudad en 1897, y su carácter de barrio obrero se acrecentó con la construcción de El Congrés en un terreno donde ya estaba la factoría de la legendaria Hispano –Suiza. Reconvertida después para la fabricación de camiones, ahora se encuentra allí el Parc de la Pegaso.

El Congrés i els Indians es el área más densa del distrito por detrás de Navas. No obstante, se concibió con una oferta de equipamientos desconocida por los barrios de nueva creación de su época. Había un campo de fútbol (hoy convertido en jardines), una pista de patinaje (abandonada), un teatro (sede además de l'Associació de Veïns), y dos escuelas. Los prometedores inicios explican la buena situación actual. También en transporte el barrio está bien dotado. Los vecinos disponen una estación de la línea 5 y estaciones de las líneas 1, 4, 9 y 10 en las proximidades.

El inteligente diseño urbano y la oferta de servicios públicos explica el atractivo de una zona que supera los indicadores socioconómicos del distrito, aunque queda netamente por debajo de los del conjunto de Barcelona. También están por debajo las cifras de emigración, que encabezan bolivianos, chinos y peruanos.

Las ventajas… El Congrés i els Indians está libre de las deficiencias urbanísticas de los otros barrios obreros nacidos en los años del desarrollismo, porque no comparte su carácter informal.

… y los inconvenientes. La cercanía de un área de tráfico intenso y nada amable para los peatones en el entorno de la Meridiana y Felip II. Una desventaja salvada en parte por las zonas verdes y parques del barrio.